lunes, 25 de marzo de 2013

MENDACIDAD POR COSTUMBRE

Por: elías AGUILAR.    

Ayer domingo, como todos los domingos, lo dediqué en la tarde a ver el programa T3rcer Milenio porque el tema nos interesa, y no porque sea de nuestro agrado el señor Jaime Maussan, y porque para indivíduos común y corriente como yo...¡no hay para más!   

El conductor de éste programa siempre se la pasa insistiendo en que "el mejor de sus propósitos" es conducirse con la verdad y desenmascarar a quien no lo haga de esa manera.   

¡Guay, don Luis Ramírez Reyes! ¿Para qué se le ocurrió "descubrirlo"? ¿Para qué se le ocurrió impulsarlo?   

Este señor es un verdadero desastre cuando aborda temas que desconoce, e ignora casi todos y en todos se mete pues ya lo hicieron levitar con las adulaciones que le endilgan haciéndolo sentirse genio de la comunicación.    

Ayer abordó el tema de Jesucristo y "La Sábana Santa" y La Guadalupana. "De chile, de dulce y de manteca" ¿Qué tienen que ver "nuestros hermanos mayores de las estrellas" con asuntos teológicos de creencias dogmáticas terrenales?    

Ya se ha dicho hasta la saciedad que la original Guadalupana mexicana, fue pintada por el genial artísta indígena Marcos Cipactli, sólo obscureciéndole la piel para que fuera morena como nosotros, y desvaneciéndole lo güera como la que trajo Hernán Cortés de Extremadura, España; y que, compadecido, Porfirio Díaz la mando repintar por otro artista anónimo a finales del Siglo XIX, agregándole además los colores patrios; y ya antes, el regiomontano hombre sabio Fray Servando Teresa de Mier, sacrificando su libertad física y de conocimientos, negó contundentemente, con pruebas, las apariciones...Y que se le ven figuras en los ojos pintados... Haga usted la prueba con cualquier pintura de rostros similares y verá que le aparece en sus ojos pintados. Ya el propio Miguel Angel así aprobaba a los aspirantes a ser sus alumnos, descubriendo figuras en las manchas humedecidas de los techos y paredes.     

Y ya para que hablamos de los cristos o guerrilleros judios y romanos y la historia del emperador Constantino, si todo mundo es feliz con las infames mentiras que se le cuentan.  

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