miércoles, 9 de noviembre de 2011

SALUS POPULI SUPREMA LEX EST

(Sea la Ley suprema la salvación del Pueblo)

Por: elías Aguilar.

Para el hombre es el usufructo de la Madre Tierra. “La tierra no es propiedad de quien la trabaja”, y menos para enriquecerse, sino que el ser humano es fruto de la tierra.

Con la cabeza apoyada en el hombro y, la mano metida en el agua, el pequeño parecía simplemente divertido haciendo surcos con el pulgar, el índice y el meñique en la frescura matinal, antes de que desapareciera el máximo esplendor de la Luna.

Pero no. El jovencito contemplaba entristecido el reflejo de los vigorosos brazos del tata remando y que, con evidentes muecas del rostro abatido, con frecuencia dejaba escapar un “¡chingáo! Matarse uno trabajando toda la vida para que nos paguen por nuestras cosechas la miseria que se les da la gana”.
Esa desdichada imagen la conservaría durante toda su existencia, con los recuerdos infantiles de Iztapalapa a acompañar a su progenitor por los canales de La Viga y Santa Anita, en la trajinera que navegaba cargada de granos, nopales y verduras, en los últimos días de estas famosas corrientes de agua superficiales.


Cuando creció estudió, abrevó leyes, pero sobre todo derecho agrario, y después el magisterio y oratoria, entre otras materias superiores académicas, para ayudar a los campesinos y a sus hijos.
Y se dio de alta el PRI para tener el respaldo de las masas en sus aspiraciones políticas de representación popular.

¿Por qué el Partido Revolucionario Institucional? Porque no había más y era el único partido cabal en su plataforma de principios.

Para entonces recién habían pasado los Migueles Alemán y los Ruíz Cortines, y estarían por venir los Díaz Ordaz y los Salinas de Gortari… ¡Puf!

Digo yo. Y las fuerzas en resistencia de Iztapalapa, y toda la militancia camista proseguimos lucubrando: No, no, Y no es que estuviera de acuerdo con sus dirigentes cupulares, pero sí con la ideología de su Instituto Político. Por ello logró dos diputaciones federales y una del Distrito Federal en la Asamblea de Representantes.

Y, primero, con la Central Campesina Independiente y, después, para formar su Consejo Agrarista Mexicano y, finalmente, la Confederación Agrarista Mexicana. En estas dos últimas como líder nacional, y como su propio apellido: serrano. Serrano de serranía y montañés como los jacobinos de la Revolución Francesa.

Nota al margen.- Y serrallo por el lugar donde los musulmanes guardan a sus mujeres que, por supuesto, al profesor Humberto Serrano Pérez no le hubiera disgustado la idea de la aprobación de las féminas de nuestra patria y su legislación.


Cabalgando como buen calpuleque morelense, como mi general Emiliano Zapata Salazar, tuvo presencia de lucha social activa en toda la República Mexicana, en un pensamiento permanente y congruente de “Tierra y Libertad”, y con su frase de identidad de la CAM: “Patria y Revolución Agraria”, ha despedido a la legión, a los lémures, de sus muertos que, con lealtad, han sido sus hermanos de combate contra el terrateniente, los saqueadores y los funcionarios venales.

Todo ello hasta la expiación encabezada por el profesos Francisco Hernández Mercado, que perdiera la vida en las luchas, dirigidas por el propio profesor Serrano en el frente de batalla, por la recuperación lograda de las tierras de ciento veinte pueblos de la Huasteca Hidalguense.

¡Se dice fácil! Pero ningún otro civil u organización campesina lo ha hecho en México.

Y nos despedimos también del enorme licenciado y hombre de letras Francisco Domingo Mejía Pivaral, y del querido maestro, capitán piloto aviador, escritor y periodista, Florencio Núñez López, con un “Hasta pronto camaradas”.

Y, a usted, profesor Humberto Serrano Pérez, mis mejores deseos porque se le haga una realidad su obsesión por ver a los campesinos mexicanos, manejando la indestructible cadena productiva de sembrar, cosechar, empacar o envasar y comercializar.

Y un recuerdo emocionado a nuestro caudillo vitalicio y amigo fraternal hasta siempre.

¡Sssssss! Véngase para este rinconcito donde nadie nos oiga.

Por respeto al profesor Serrano (como nos dijera en una entrevista que le hicimos por radio, en alusión a “su PRI”: “si se va a pique la nave, me hundo con mi barco”)… tanto política como ideológicamente, yo me quedo con Jorge Arvizu “El tata” de “¡Quiero mi cocol!”, ahora con “La MORENA” en PT y Convergencia en “NO SE APENDEJE, HAY QUE HALAR CON EL PEJE”.

Porque el licenciado Andrés Manuel López Obrador, es nuestro único prócer, nuestro único prohombre vivo y vigente, nuestro único estadista con verdadera sabiduría y verticalidad a nivel mundial, a la altura de Ignacio López Rayón y López Aguado, Benito Pablo Juárez García, Emiliano Zapata Salazar y Lázaro Cárdenas del Río.